Concierto en Sevilla.
El despertar de las pasiones
El Sturm und Drang (en español ‘tormenta e ímpetu’) fue un movimiento literario,que también tuvo sus manifestaciones en la música y las artes visuales, desarrollado en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII. En él se concedió a los artistas la libertad de expresión a la subjetividad individual y, en particular, a los extremos de la emoción en contraposición a las limitaciones impuestas por el racionalismo de la Ilustración y los movimientos asociados a la estética. Así pues, se opuso a la Ilustración alemana o Aufklärung y se constituyó en precursor del Romanticismo. El nombre de este movimiento proviene de la pieza teatral homónima, escrita por Friedrich Maximilian Klinger en 1776.
En música el Sturm und Drang también rompía los moldes. Algunos compositores, sometidos aún al patronazgo del Antiguo Régimen, pugnaban por liberar sus formas expresivas. Tal es el caso de Carl Philipp Emmanuel Bach (1714 – 1788) quien, sutil y calladamente, socavaba las bases del clasicismo para dar paso a formas ya pre-románticas cultivando un género análogo que posteriormente sería llamado Empfindsamkeit (en alemán: sensibilidad). C.Ph.E. Bach creía en los nuevos ideales estéticos de su tiempo que exigían una música que “tocase el corazón” y “despertara las pasiones”. Sus obras fueron atrevidas ya entonces y llegaron a considerarse incluso grotescas por algunos de sus contemporáneos, razón por la que en muchas ocasiones se sintió menospreciado.
Escribió los cuartetos en La menor (Wq. 93), Re mayor (Wq. 94) y Sol mayor (Wq. 95), en Hamburgo, durante su último año de vida. Aunque estas tres obras se encuentran entre las más importantes del compositor, permanecieron inéditas y desaparecidas durante décadas, aunque siempre fue conocida su existencia a través del catálogo del mismo Bach. En la biografía que sobre él escribió Carl Hermann Bitter, publicada en 1868, el autor nos informa detalladamente del destino de sus obras, haciendo constar que el manuscrito de los cuartetos fue vendido a un comprador desconocido en una subasta de la colección de libros Gähler en Altona el 19 de febrero de 1827. Posteriormente fue Ernst Fritz Schmid quien descubrió el autógrafo de los cuartetos segundo y tercero, junto a una reproducción contemporánea del primero y copias antiguas de los tres. En su música encontraremos densas progresiones armónicas, secciones amalgamadas de tempos contrastantes de inconsútil transición entre movimientos, abruptos cambios de humor y anhelantes pasajes que serpentean buscando un designio.
Carl Philipp Emmanuel Bach produjo música a menudo experimental, de innegable calidad, encanto y elegancia, y desarrolló un lenguaje propio cuyos elementos serían adoptados por compositores como Haydn, Mozart y Beethoven, que expresaron su más profunda admiración y respeto por el genial Carl Philipp Emmanuel.
Texto: Ana López Suero
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